Químicos en los productos para uñas se han vinculado con retraso en el desarrollo de los niños, abortos y enfermedades pulmonares. Pero la industria ha frenado la reglamentación. (Segundo reportaje del NYTimes sobre los salones de manicura). Relacionado: Un trabajo tan duro como las uñas
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Sin embargo es un país que, por decir, el bromato de potasio y la azodicarbonamida siguen siendo usados como aditivos alimentarios... Y ahora les preocupa el esmalte de uñas ¡Ni tanto ni tan poco!
«Cuando Ki Ok Chung, una manicurista que trabajó en salones durante casi dos décadas, tuvo que pasar por el proceso de que le tomaran las huellas dactilares a principios del año 2000 para obtener la ciudadanía estadounidense, descubrió algo perturbador: sus huellas dactilares eran casi inexistentes.
Tuvieron que hacer el registro en varias ocasiones. Ella cree que el constante trabajo con limas, solventes y emolientes había sido el causante del desgaste de sus yemas. “Me di cuenta de que mis huellas dactilares habían desaparecido”, dijo. En la actualidad, no puede tocar platos calientes o fríos sin experimentar un dolor agudo.»