Camboya y Vietnam, que con el 49 y el 46% tienen los aranceles más altos impuestos por Estados Unidos a las economías asiáticas entablan conversaciones con la Administración Trump para evitar que no se les apliquen, a cambio de eliminar los que ellos aplican a los productos estadounidenses. Así, ambos países se desmarcan por completo de la reacción de la mayor economía asiática, China quién ha apostado por contraatacar con un 'peaje' del 34% a todas las importaciones estadounidenses. Otros como Malasia están evaluando qué estrategia seguir.
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