Su mortalidad es preocupante: mata a 1 de cada 10 pacientes, una tasa similar a la de la peste pulmonar. Durante el último año, los reportes alcanzaron alarmantes niveles que motivaron la invitación del gobierno local a los investigadores extranjeros. Sus síntomas más notorios son la fiebre y una erupción que luego quedan como dolorosas heridas. Según los pacientes tratados, es como tener quemaduras de cigarrillo por todo el cuerpo.
Comentarios
Bueno, matara a uno de cada diez pacientes de aquella manera, allí la sanidad se adivina como algo mas precaria y de ahí mas muertes...
#1 Peligran los que presumen de monos.
Juer las farmacéuticas están que se salen de alegría, funciona