Me dirán ingenuo, aun siendo consciente que tiene mucho de dramático, pero que un diminutísimo coronavirus haya acorralado al capitalismo globalizado tiene un punto poético.
Es que el coronavirus no es causa de nada en los mercados, si acaso es un síntoma. La gente sabe que todo es una burbuja gigantesca y cualquier gilipollez la puede pinchar.
A mi modo de ver el mercado hoy es un globo gigantesco con un gran agujero por el que se escapa el aire, mientras los bancos centrales soplan por el otro lado para hincharlo insuflando más aire del que sale, dando la ilusión de que el globo goza de buena salud.
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Es que el coronavirus no es causa de nada en los mercados, si acaso es un síntoma. La gente sabe que todo es una burbuja gigantesca y cualquier gilipollez la puede pinchar.
A mi modo de ver el mercado hoy es un globo gigantesco con un gran agujero por el que se escapa el aire, mientras los bancos centrales soplan por el otro lado para hincharlo insuflando más aire del que sale, dando la ilusión de que el globo goza de buena salud.