La imagen de Vitoria-Gasteiz como una ciudad ideal para vivir —con su extenso anillo verde, sus centros cívicos, su suculenta gastronomía y coqueto urbanismo…— tiene algo de cierta, pero dista mucho de reflejar la verdadera imagen de una ciudad donde —como en otros muchos sitios— el neoliberalismo ha dejado huella, emborronando los logros sociales y ambientales de la “Capital Green” hasta casi hacerlos desaparecer.
Vitoria siempre fue patatera, militares y curas, franquista hasta la médula y mal remedo de Burgos. Hasta que el GV se instaló alli y empezó el lento cambio que parece empieza a calar.
Comentarios
El artículo se deja lo más importante, el frío que hace en invierno
.
#1 No, tiene comentarios hacia las nevadas, que también han sido robadas.
#2 poco me parece.
#1 De ahí lo de cool
Vitoria siempre fue patatera, militares y curas, franquista hasta la médula y mal remedo de Burgos. Hasta que el GV se instaló alli y empezó el lento cambio que parece empieza a calar.