"Si quiere, vuelva usted mañana". Procedente del hospital, parte de lesiones en mano, a altas horas de la noche y acompañada de un par de familiares, fue la frase que tuvo que escuchar una víctima de violencia de género a las puertas de la Unidad de Prevención, Asistencia y Protección (UPAP), en la comisaría de la Policía Nacional de la avenida Blas Infante de Sevilla. Dos mujeres estaban siendo atendidas y solo había un agente para atender el servicio. No ha vuelto al lugar. No ha denunciado.
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Mariano José de Larra aprueba ese titular
La Policía de este país necesita una buena revisión de arriba a abajo: desde las distintas policías locales hasta la Guardia Civil.