(...) No obstante, los menores de 40 en todo el mundo comparten una fuente informativa, educativa y globalizante desde hace tiempo: YouTube. Pero si en YouTube sucede cualquier desmán en esos ámbitos, como la distribución de un conocimiento falso e interesado, un delito relacionado con el Derecho al Honor o cualquier problema propio de los humanos que interactúan, nadie cree que sea algo que merece el control de los poderes públicos. ¿Existe ese control? En cambio, si lo mismo sucede en un espacio televisivo…
|
etiquetas: youtube , telecinco , televisión , opinión , redes sociales