
Extracto del libro "El Guión" de Robert McKee.
En un mundo perfecto el arte y la política jamás entrarían en contacto. En la realidad, no pueden mantenerse alejados el uno del otro. Por ello, como en todas las cosas, la política acecha en el triángulo narrativo: la política del gusto, la política de los festivales y de los premios, y lo que es aún más importante, la política de lo artístico frente al éxito comercial. Y como en todo lo político, la distorsión de la verdad es mayor en los extremos. Cada uno de nosotros nos identificamos de manera natural con algún punto del triángulo narrativo. El peligro es que, por motivos más ideológicos que personales, nos sintamos tentados a olvidarnos de nuestro instinto y a trabajar en una esquina lejana, cayendo en la trampa de tener que diseñar historias en las que en el fondo no creemos. Pero si analizamos de forma sincera las polémicas a menudo engañosas de una película no nos confundiremos. A lo largo de los años, el principal tema de discordia asociado a la política del cine ha sido el «cine de Hollywood» frente al «cine de arte y ensayo».
Aunque los términos parezcan obsoletos, sus defensores son muy contemporáneos y vocingleros. Tradicionalmente, sus argumentos se han enmarcado en grandes presupuestos frente a presupuestos modestos, efectos especiales frente a composiciones artísticas, las estrellas frente a la interpretación coral, la financiación privada frente al apoyo gubernamental y los pistoleros a sueldo frente a los autores. Pero ocultas tras esos debates se encuentran dos visiones opuestas de la vida. La frontera crucial se extiende a lo largo de la parte inferior del triángulo narrativo: el estancamiento frente al cambio, una contradicción filosófica con profundas implicaciones para el guionista.
Comencemos definiendo los términos: El concepto «película de Hollywood» no incluye El misterio Von Bulow, Distrito 34: Corrupción total, Drugstore Cowboy, Postales desde el filo, Salvador, Un lugar en ninguna parte, Terciopelo azul, Ciudadano Bob Roberts, JFK (Caso abierto), Las amistades peligrosas, El rey pescador, Haz lo que debas o Todos dicen I Love you. Estas películas, y muchas otras, son aclamados éxitos internacionales producidos por los estudios de Hollywood. El turista accidental facturó más de 250 millones de dólares en todo el mundo, superando la recaudación de la mayoría de las películas de acción, aunque no entre dentro de esa definición. El significado político de «película de Hollywood» queda limitado a treinta o cuarenta filmes llenos de efectos especiales y un número parecido de farsas y romances que Hollywood fabrica cada año, mucho menos de la mitad de la producción de dicha ciudad. Una «película de arte y ensayo», en su sentido más amplio, significa «película no hecha en Hollywood», más específicamente, «película extranjera» o incluso si queremos ser aún más precisos, «película europea». Cada año, Europa occidental produce más de cuatrocientas películas, por lo general un número mayor que Hollywood. Sin embargo, el «cine de arte y ensayo» no se refiere a la enorme cantidad de películas europeas que están llenas de acción salpicada de sangre, de pornografía dura o a las farsas repletas de bufonadas.
En el lenguaje de las críticas de los cafés, el «cine de arte y ensayo» (término ridículo si imaginamos una «novela de arte y ensayo» o una «obra de teatro de arte y ensayo») se restringe a ese puñado de películas excelentes como El festín de Babette, El cartero (y Pablo Neruda) u Ocurrió cerca de su casa, en suma, a las que consiguen cruzar el Atlántico.
Todos estos términos fueron acuñados en la contienda de la política cultural y hacen referencia a visiones de la realidad muy diferentes, si no contradictorias. Los cineastas de Hollywood tienden a mostrarse abiertamente optimistas (algunos dirían que rozando el ridículo) respecto a la capacidad que tiene la vida de cambiar –en particular a mejor–. Como consecuencia, para expresar esa visión utilizan la arquitrama y un porcentaje incongruentemente alto de finales felices. Los realizadores extranjeros tienden a mostrarse abiertamente pesimistas (algunos dirían que rozando el ridículo) respecto al cambio, profesando que cuanto más cambia la vida, más sigue igual o peor, más sufrimiento produce. Como consecuencia, para expresar lo fútil, el sin sentido o lo destructivo del cambio, tienden a crear retratos estancados, no-tramas, o minitramas y antitramas extremas con finales tristes. Obviamente se trata de tendencias que cuentan con excepciones a ambos lados del Atlántico, aunque la dicotomía es real y más profunda que los mares que separan al Viejo Continente del Nuevo. Los americanos son fugados de las prisiones de la cultura estancada y de la clase rígida que buscan desesperadamente el cambio.
Cambiamos una y otra vez, intentando encontrar aquello que funciona, si es que lo hay. En Estados Unidos se ha tejido una red de seguridad de un trillón de dólares para la proteger a la Gran Sociedad americana que ahora estamos haciendo pedazos. Por otro lado, el Viejo Continente ha aprendido a lo largo de siglos de duras experiencias a temer un cambio así, porque las transformaciones inevitablemente vienen acompañadas de guerras, hambrunas y caos. El resultado es una actitud polarizada hacia la narrativa: el optimismo ingenuo de Hollywood (que no es ingenuo respecto al cambio sino en su insistencia por producir cambios positivos) frente al pesimismo igualmente ingenuo del cine de arte y ensayo (que no es ingenuo respecto a la condición humana sino en su insistencia en que nunca será más que negativa o estática). Con demasiada frecuencia las películas de Hollywood fuerzan un final feliz por motivos más comerciales que auténticos; con demasiada frecuencia las películas que no se hacen en Hollywood se aferran al lado oscuro más por seguir una moda que por motivos de coherencia. La verdad, como siempre, se encuentra en algún lugar entre ambas posturas.
El enfoque que el cine de arte y ensayo da al conflicto interno atrae a quienes cuentan con titulaciones superiores, porque el mundo interno es donde los muy cultivados pasan gran parte de su tiempo. Pero los minimalistas a menudo sobrevaloran el apetito de incluso las mentes más absortas en sí mismas, ofreciéndoles una dieta compuesta únicamente de conflicto interno. Y lo que es peor incluso, a menudo sobrevaloran su propio talento de autores para expresar lo invisible en la pantalla. De manera similar, los realizadores de películas de acción de Hollywood infravaloran el interés que pueda tener su público por los personajes, por las ideas y por los sentimientos, y peor aún, infravaloran su capacidad para evitar los clichés del género de acción. Dado que las historias de la cinematografía de Hollywood a menudo están plagadas de escenas forzadas y clichés, los directores deben compensarlas con algo que mantenga la atención del público, y echan mano de los efectos transformadores y de las proezas cacofónicas: El quinto elemento. En un sentido similar, y dado que a menudo las historias son flojas o inexistentes en el cine de arte y ensayo, una vez más los directores deben compensarlas con algo. En este caso con una de dos alternativas: con información o con estimulación sensorial. Utilizan escenas llenas de diálogo sobre argumentos políticos, cavilaciones filosóficas y personajes que describen sus emociones más íntimas; o un exuberante diseño en la producción y unas composiciones fotográficas o musicales que complazcan los sentidos de su público: El paciente inglés.
La triste verdad de las guerras políticas del cine contemporáneo es que los excesos tanto del «cine de arte y ensayo» como del «cine de Hollywood» son las dos caras de una misma moneda: la narración se ve obligada a convertirse en una deslumbrante superficie de espectáculo y sonido para distraer al público de lo vacuo y falso de la historia… y en ambas el aburrimiento aparece después, al igual que la noche tras el día. Bajo las controversias políticas respecto a la financiación, la distribución y los premios se encuentra una profunda división cultural, que se refleja en las opuestas visiones del mundo de la arquitrama frente a la minitrama y la antitrama. De historia a historia el guionista se puede mover en cualquier lugar dentro de ese triángulo, aunque la mayoría de nosotros nos sentimos más cómodos en un sitio u otro. Debemos tomar nuestras propias decisiones «políticas» y elegir dónde ubicarnos.
¿Cómo sería la propaganda de un partido creado y financiado por el poder fáctico, pero que no ocultara su naturaleza?
¿Cuáles serían sus eslóganes?
¿La gente lo votaría porque "al menos son sinceros"?
¿Qué otros eslóganes serían posibles?
No sé si va a haber remedio: al final, con la caricia o el garrote nos van a hacer pasart por el aro con el aumento del gasto en armamento. Se habla por ahí de que lo mínimo serían 400.000 millones, y eso sólo el primer año, porque si de verdad quieren que toda Europa gaste el 5% del PIB en defensa, que es de lo que se habla, la cifra será al final mucho más abultada. Una verdadera libra de carne al estilo del Mercader de Venecia.
Pero pongamos 400.000 millones de Euros al año. ¿Y para qué? Para defendernos de Rusia, por supuesto, y en algunos países, para echar un ojo al frente Sur, tan musulmán él, aunque eso rara vez se mencione.
Se supone que con 400.000 millones anuales podemos armarnos hasta los dientes, pero no podemos invadir nosotros Rusia, no sólo porque no queramos, sino porque tiene un montón de armas nucleares ya nadie le apetecería terminar incinerado.
Así que veamos: nos gastamos esa parta para DEFENDERNOS de Rusia, que está claro que no puede ganarle la guerra a Ucrania, o que si lo consigue, le va a llevar años. Más años.
Y entonces surge una idea alternativa ¿Y si en vez de comprarle esas armas a EEUU y su complejo militar se las comprásemos a Rusia? ¿Con qué carajo nos van a atacar si nos han vendido los tanques y los aviones?
Su capacidad industrial no permite, ni permitirá en muchísimos años, una producción doble, así que, ¿qué pasaría si comprásemos tanques, aviones y misiles rusos? ¿Qué pasarñía si les comprásemos millones de proyectiles de todo tipo y hasta un par de barcos, docenas de helicópteros y algún submarino? Por un lado, les aligeras el arsenal, y por otro, los convences de la vieja máxima de que no es sensato disparar a tus clientes.
Si hoy les comprásemos 1000 tanques a 8 millones la unidad, que dicen que es el precio de mercado pero a mí me parece generoso, nos costaría 8000 míseros millones, y estoy por apostar que hasta se terminaba la guerra.
Puede que no nos los quisieran vender precisamente ahora, pero la tentación sería fuerte, y en un tiempo, cuando esta cochina guerra de Ucrania termine, seguro que no les parecería tan mala idea.
Los rusos no fabrican mil tanques al año ni locos. Si se los compramos nosotros, ¿con qué nos van a atacar?
Mucho más barato que gastar 400.000 millones al año. Y más efectivo.
Historiadores hay de sobra en la sala para señalar los paralelismos.
Dejar aquí comentarios con los puntos o lo que os salga de los huevos probar a ver si damos con el asunto
Arthur (Wellesley) dijo:
“Campos de muerte (IV). Napoleón vs Wellington” de Simon Scarrow,
En plena campaña de descrédito de la UCO por parte de nuestro gobierno, tras varias investigaciones que les compromete, y de sus medios afines, con gravísimos y delirantes bulos incluidos, me he decidido a recopilar casos de corrupción del PP destapados gracias a la UCO, con la intención de que más de un meneante sea consciente que su descrédito, solo favorece a los corruptos.
La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha desempeñado un papel crucial en la investigación de diversas tramas de corrupción vinculadas al Partido Popular (PP) en España. A continuación, se detallan algunas de las principales tramas en las que la UCO ha estado involucrada:
🧩 1. Operación Púnica (2014)
La UCO lideró esta operación que destapó una red de corrupción centrada en la adjudicación de contratos públicos en la Comunidad de Madrid y otras regiones. Se identificaron comisiones ilegales del 2-3% de cada contrato, blanqueadas a través de un entramado societario. Francisco Granados, exnúmero dos del PP madrileño, fue uno de los principales implicados.
🧾 2. Financiación irregular del PP de Madrid (2011)
La UCO acreditó que el PP de Madrid, bajo la dirección de Esperanza Aguirre, utilizó facturas falsas para camuflar al menos 1,7 millones de euros destinados a la campaña electoral de 2011. Estos gastos se presentaron como gastos de funcionamiento del partido, superando el límite legal establecido.
🏛️ 3. Caso Azud (València, 2007-2011)
En este caso, la UCO investigó la financiación irregular de las campañas del PP en València durante los años 2007 y 2011. Se descubrió que el partido utilizó fondos de empresas privadas y donaciones no declaradas para sufragar gastos electorales, superando ampliamente los presupuestos oficiales.
🧠 4. Caso Lezo (2017)
Aunque la UCO no fue la unidad principal en este caso, colaboró en la investigación de una red de corrupción relacionada con el Canal de Isabel II. El caso implicó a altos cargos del PP, incluyendo al expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González.
🕵️ 5. Caso Kitchen (2013-2016)
La UCO participó en la investigación de esta operación parapolicial destinada a espiar al extesorero del PP, Luis Bárcenas. Se utilizaron fondos reservados para obtener información que pudiera perjudicar al partido. Francisco Martínez, exnúmero dos del Ministerio del Interior, fue arrestado por su implicación en esta trama.
Estas investigaciones han sido fundamentales para desvelar prácticas de corrupción en el seno del PP, evidenciando el uso indebido de fondos públicos y privados para fines electorales y personales.
"Mire usted, se lo diré con mucha claridad, prefiero que se acuerden de mi padre y de mi madre a que me llamen progre. La progresía es, ni más ni menos, que el sumidero por donde se han ido las ideas de la izquierda. La progresía es quedarse en la reforma de una serie de aspectos sociales, como los matrimonios homosexuales o las medidas de discriminación positiva de la mujer, mientras que se deja intacta una realidad económica injusta"
Bertrand Ndongo
Me consta que en este foro hay unos cuantos escritores, y unos cuantos abogados, así que me quiero dirigir a ellos en un artículo. Yo también, comos sabéis, soy escritor de ficción, y en este caso me parece importante señalarlo.
A menudo en este foro se me llama desalmado por no creerme las versiones de las víctimas y por echar pestes de este sistema judicial nuestro en el que la declaración de la víctima es suficiente para acusar a alguien. No de verdad, no soy un cabrón insensible que quiere que se eche tierra encima abusos sucedidos hace veinte años en un convento, o a un asqueroso magreo indeseado en un portal, o a un insulto o una agresión en una discusión de pareja. Pero quiero, exijo, que sólo se condene con pruebas y no baste la declaración de la víctima.
Me dicen también que para eso están los jueces, para determinar la veracidad de la declaración, para ver si hay incoherencias, para ver si todo encaja y es verosímil.
Y ahí es donde me echo las manos a la cabeza, me acojono, y me dirijo a los dos o tres escritores que conozco en este foro, y les pregunto: pero coño, ¿no nos dedicamos nosotros a eso? ¿No existe una profesión que consiste en generar relatos coherentes, que encajen y no se contradigan? ¿engo que anunciarme para casos de denuncias, paras construirle un buen relato a alguien y que condenen a su oponente por la cara bonita? ¿Hasta eso hemos llegado?
Joder, de verdad: que somos un os cuanrtos, sólo aquí, los que sabemos constrtuir un relato y hasta hemos cobrado un buen dinero por ello. Que hacer un relato creíble de unos hechos no prueba nada. Que el hecho de que el relato sea coherente no lo aleja de la ficción, sino todo lo contrario. ¿Cómo se puede esperar que un escritor, que se dedica a eso, se crea los relatos de los demás?
Claro que no me creo una puta mierda de nadie. Por supuesto que no. Sé lo fácil que es inventar las cosas. Sé lo sencillo que es que las cosas encajen. Sé cómo trazar un personaje y un timing para unos hechos, o no podría escribir novela negra. Por aquí hay quien es guionista de cine y series. Y también sabe. Más le vale, coño, o mejor se va dedicando a otra cosa.
¿Y de lo fino que estés creando ese relato o esa ficción puede depender que a alguien le metan cinco o quince años? ¡¡¡Cómo no me voy a inquietar!!!
Me preocupa, y mucho, que el nivel de la presunción de inocencia haya bajado hasta un límite compatible con escribir relatos para un concurso de pueblo. He sido jurado y de varios y se que hay CIENTOS de personas que los escriben bien. Si un relato bien contado, además de como pasatiempo literario, se admite como prueba en un juicio, estamos verdaderamente jodidos.
Sálvese quien pueda.
Parece que el problema de preg_match_all se ha resuelto en los comentarios pero no en el envío de enlaces. ¿Podéis darme información al respecto para solucinarlo?
Creo que el error está en libs/post.php en el análisis de las URLs
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Voy a arreglarlo y quienes tengáis problemas lo podéis ir indicando en este post.
menéame