Markus Ralser nunca pretendió estudiar el origen de la vida. Su investigación se centraba principalmente en cómo se alimentan las células y en cómo estos procesos pueden fallar en organismos estresados o enfermos. Pero hace una década, por pura casualidad, Ralser y su equipo hicieron un descubrimiento sorprendente.
El grupo, con sede en la Universidad de Cambridge (Reino Unido), estaba estudiando la glucólisis, un proceso que descompone el azúcar en una serie de reacciones químicas, liberando energía que las células pueden utilizar.
Comentarios
¿Alguien se lo ha leído?, pues lo recomiendo.
Somos la creación de un dios becario.
#5 ya lo sabíamos
Dejaría al un lado el creacionismo y ese supuesto milagro, obra de un ser creador, de la vida.
Hombre, imposible como dice el titular no es.
#3 Entre comillas ese imposible...
Somos un mero accidente somos la nada.
#1 ¿Lo dices con pena? Preferirias ser la creación de...o una realidad virtual tipo Matrix. Na.
Soy un accidente, un error de medida. Un viajero de barro, que se lleva la corriente.