El negacionismo ha dejado de ser un desliz marginal para convertirse en una actitud estructural. Y, paradójicamente, crece en paralelo a la veneración generalizada por aquello que niega. Pocas palabras despiertan tanto consenso como «ciencia». No hay partido, gobierno o entidad financiera que no la bendiga con entusiasmo. Se le adjudica el porvenir, el crecimiento, la salvación. Es lo que nos curará, nos alimentará, nos digitalizará. La ciencia, dicen, es la respuesta. Aunque no siempre queda claro cuál era la pregunta.
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etiquetas: negacionismo , ciencia
Justamente me acaba de poner en el ignore un sujeto muy curioso que pedía datos y cuando se los di (con enlace a un informe técnico), dijo que el informe no decía lo que yo defendía y cuando le copié el párrafo concreto dijo que me lo había inventado
Que levante la mano quien se haya topado por estos lares con un negacionista de la ciencia.