La razón nos dice que cuando a una solución acuosa de componentes sólidos se le añade agua se diluye todavía más. Pero resulta que no siempre es así. A veces, contra todo pronóstico, al echar más agua la disolución cambia de estado, condensándose y formando un gel. Un líquido al que se le echa el mismo líquido se convierte en sólido: no es magia, es química.
Comentarios
Is science, bitch!
Y si sigues añadiendo agua hasta que los componentes sólidos son imperceptibles... Generas un negocio de BILLONES (de los de verdad, con 12 ceros)