Los cristales han fascinado a la gente a lo largo de los siglos. ¿Quién no ha admirado los complejos patrones de un copo de nieve en algún momento, o las superficies perfectamente simétricas de un cristal de roca? La magia no se detiene incluso si se sabe que todo esto resulta de una simple interacción de atracción y repulsión entre átomos y electrones. Un equipo de investigadores dirigido por Ataç Imamoğlu, profesor del Instituto de Electrónica Cuántica en ETH Zurich, ha producido ahora un cristal muy especial. A diferencia de los cristales normales, se compone exclusivamente de electrones.
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Hacen realidad una teoría
Se conoce que "confirmar" era demasiado técnico para un titular...