Hace 3 años | Por Ripio a theconversation.com
Publicado hace 3 años por Ripio a theconversation.com

En el ecosistema urbano, las precarias condiciones de domesticación debilitan el desarrollo óptimo de las plantas y las hace más vulnerables. Por ejemplo, en los hoyos de plantación reducidos las raíces deben competir con tuberías, cableados y otros servicios municipales. Puede haber focos de contaminación demasiado cercanos que dañen la planta y la proximidad de los edificios a veces obliga a hacer podas desequilibrantes.

Comentarios

manzitor

Los beneficios del arbolado urbano están probados; biodiversidad urbana, sombreado que reduce varios grados la temperatura de las ciudades, pero a cambio hay que respetar medianamente la naturaleza de las cosas. En muchos sitios, se ven auténticas barbaridades 'estéticas', que no sirven para absolutamente nada.

correcorrecorre

Pues cuando vino Gloria a mi pueblo hace dos años, se troncharon árboles por todos lados, y muy urbanizado no es que sea. Estos fenómenos meteorológicos afectan a los árboles si o si.

Ripio

#2 No, hay arboles que se plantan solo por su crecimiento rápido, pero aun sin viento, ceden sus ramas.
Mi ciudad está llena de ellos.
Así que cuando hace viento o llueve fuerte, ya ni te digo.

Hay que plantar mejores arboles, mas adaptados.

empanadilla.cosmica

#2 Cuando sucede un fenómeno que no ha sucedido nunca en un lugar o no ha sucedido pongamos en 50 años es normal que los árboles ni las personas que vivan están preparadas, pero eso no justifica en algunos casos una gestión deficiente del arbolado o plantarlos en lugares donde no deberían hacerlos.

Un alcorque de 60 por 60cm no equivale a una zona verde. Queremos árboles en la ciudad, pero también queremos aceras. Y alcantarillas, A un metro de la fachada como están en algunos casos, o junto a la rampa de un aparcamiento donde las raíces periféricas no van a poder extenderse hacia ese lado es la receta para que el árbol se caiga cuando haga viento.

Lo único que suelen hacer los técnicos municipales en Madrid es refaldar, que en la naturaleza salvaje lo hacen los propios animales comiendo o rompiendo las ramas más bajas. Así el árbol empieza a generar ramas más altas. Y por supuesto eso de curar las heridas que les hacen a los árboles a la hora de cortar las ramas no se hace. Así que hay algunos árboles que en realidad están tomados por los hongos y en realidad el árbol está prácticamente muerto, pudiendo troncharse en cualquier momento.

Luego hay muchos sitios donde hay mucho cemento y las raíces principales no tienen espacio para profundizar. En el parque de al lado de mi casa con Filomena se ha caído (no tronchado) un árbol de más de 15 metros de altura pero que sus raíces no llegaban ni a un metro.

D

Es una pena ver como todas las palmeras datileras están muriendo en Madrid tras el temporal Filomena sin que ya se pueda hacer nada.