“Y entonces, ¿las hembras qué?”, exclama la bióloga Patricia Brennan recordando lo que sintió al ver por primera vez el pene del pato pequinés. Esta especie forma parte del escaso 3% de las aves que cuenta con pene para la cópula, mientras que el resto se limitan a besarse con sus cloacas. Mide hasta 20 centímetros, proporcionalmente gigantesco, y en forma de espiral; aquel pene dejó estupefacta a Brennan. “Casi me caigo de la silla, era como un tentáculo enorme. ¿Qué es este órgano tan raro? E inmediatamente mi pregunta fue ¿y las hembras?
Comentarios
a mi me encantan, pero mi mujer no me deja estudiar otras
#3 Todo es hablarlo, si a tí no te importa que estudie otros penes... Pero ella solo tiene que ir al bar de la esquina y tendrá voluntarios para su estudio a patadas, a ti te costará bastante más encontrar voluntarias...
Cada cual estudia lo que tiene más a mano...
Para eso están los ginecólogos
Pues nos ha jodido el chiste de:
Que le dice el pollo al pato?
Lo que haces tu con la pata lo hago yo con la polla.
Pues yo me he hartado
En mi caso, además, me limito a la teoría. No puedo realizar estudios de campo.
eso será cosa de las científicas
Es por el machismo, que lo permea todo.
Y ya está. Queda explicado esto. No solo esto, queda todo explicado.