Los pingüinos Adelia se aparean de por vida, pero se ha observado que ciertas hembras abandonan su nido y visitan a los machos solteros que están tratando de construir el suyo. Allí copulan con los afortunados, toman una piedra y luego se escapan a su propio nido. El dúo observó diez casos de una hembra visitando a un solo macho y notaron que la hembra es receptiva a la cópula, y en 8 de cada 10 casos el acto terminó con una inseminación exitosa.
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- No, señor juez, la practiqué hace mucho tiempo, ahora la ejerzo.