En el mundo hay casas, raras, muy raras. Desde estructuras con forma de zapato fruto del capricho de un millonario, hasta una vivienda encajonada entre dos edificios.
Siguen en pie, y no parecen tener daños estructurales, de diseño, suelos resbaladizos o fachadas que se caen a pedazos.
Para mí que es Calatrava quien no está a la altura de esas casas.
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Siguen en pie, y no parecen tener daños estructurales, de diseño, suelos resbaladizos o fachadas que se caen a pedazos.
Para mí que es Calatrava quien no está a la altura de esas casas.