Desde la irrupción de Internet han sido muchas las cosas que han cambiado en la forma de crear, distribuir, comercializar y leer todo tipo de contenidos (libros, revistas, prensa, etc.), las bibliotecas también.
La biblioteca de mi ciudad acaba de estrenar el servicio de préstamo digital y, francamente, no sé si decir que me gusta o decir que es una tontería como un piano.
De entrada, la cosa está bien: voy a la web, escojo el libro que quiero, y ya lo puedo leer. Tengo varias opciones: leer en la web, en la (horripilante) aplicación para el móvil/tablet, o descargarme el ePub. Está claro que la buena es esta última, pero aquí empiezan los problemas. Vaya por dios, que viene con DRM. De Adobe concretamente. Y como yo tengo un Kindle, que no lo soporta, toca cacharrear y quitarle la protección, de forma que ya lo puedo cargar donde me dé la gana. Pero vamos, que tiene guasa que tenga que ir haciendo cosas "ilegales", simplemente para poder utilizar en condiciones un servicio público.
Luego hay detallitos más chorras, pero que demuestran que aún hay que cambiar el chip. Por ejemplo, que si yo "saco" un libro digital de la biblioteca digital, el resto de usuarios se tienen que aguantar y esperar a que yo me lo lea (durante 21 días nada menos). Que supongo que será por los acuerdos con las editoriales y demás, pero no deja de ser absurdo que algo que se copia a coste cero arrastre semejantes limitaciones.
En fin, que no está mal el asunto, pero el día que se dejen de tontadas y lo hagan un poco usable es cuando será verdaderamente útil. Y descubrirán que, en el fondo, los usuarios de estos servicios no somos unos juáquers ávidos de descargarnos todo el contenido para venderlo luego en los bajos fondos, sino que simplemente queremos leer sin tener que hacer malabarismos como los que nos obligan a hacer hoy día.
Comentarios
tontás, que lo distribuyan por torrent
La biblioteca de mi ciudad acaba de estrenar el servicio de préstamo digital y, francamente, no sé si decir que me gusta o decir que es una tontería como un piano.
De entrada, la cosa está bien: voy a la web, escojo el libro que quiero, y ya lo puedo leer. Tengo varias opciones: leer en la web, en la (horripilante) aplicación para el móvil/tablet, o descargarme el ePub. Está claro que la buena es esta última, pero aquí empiezan los problemas. Vaya por dios, que viene con DRM. De Adobe concretamente. Y como yo tengo un Kindle, que no lo soporta, toca cacharrear y quitarle la protección, de forma que ya lo puedo cargar donde me dé la gana. Pero vamos, que tiene guasa que tenga que ir haciendo cosas "ilegales", simplemente para poder utilizar en condiciones un servicio público.
Luego hay detallitos más chorras, pero que demuestran que aún hay que cambiar el chip. Por ejemplo, que si yo "saco" un libro digital de la biblioteca digital, el resto de usuarios se tienen que aguantar y esperar a que yo me lo lea (durante 21 días nada menos). Que supongo que será por los acuerdos con las editoriales y demás, pero no deja de ser absurdo que algo que se copia a coste cero arrastre semejantes limitaciones.
En fin, que no está mal el asunto, pero el día que se dejen de tontadas y lo hagan un poco usable es cuando será verdaderamente útil. Y descubrirán que, en el fondo, los usuarios de estos servicios no somos unos juáquers ávidos de descargarnos todo el contenido para venderlo luego en los bajos fondos, sino que simplemente queremos leer sin tener que hacer malabarismos como los que nos obligan a hacer hoy día.