A lo largo de la historia, el ser humano ha fantaseado con el futuro, y, al menos desde la extensión de los ideales renacentistas y humanistas, lo ha concebido como un lugar mejor. Cuando se ha intentado elucubrar acerca de ese futuro, ha sido a través de predicciones más o menos afortunadas, con más o menos seriedad, y casi siempre con una base científica escasa.
Comentarios
Pues todavía queda tiempo para que acabe el siglo XXI.
Así que lo del autobús ballena no lo descartaría tan pronto.