Según los datos obtenidos el 32% de los jóvenes con piercings sufre o ha sufrido discriminación por parte de su propia familia. Por otra parte, un 27,2% la ha padecido en su centro de estudios y un 33,6% en su lugar de trabajo. En el caso de las personas con piercing que trabajan hay que puntualizar que con frecuencia deben quitarse todos los adornos durante su jornada, ya sea por imposición de la empresa o por propia voluntad. El 30% nunca ha sentido rechazo y el 7,2% restante ofrece respuestas variadas
Comentarios
Son unos pardos, unos pardos de mierda que merecen ser marginados
Pues quitate esa mierda de la cara, puto imbécil