El Iguanodon fue el segundo dinosaurio en la historia en ser descubierto, concretamente en 1822 por parte Mary Ann Mantell, descrito y estudiado tres años más tarde por su marido, el geólogo inglés Gideon Mantell. Al igual que ocurre en arqueología u otras ciencias, al nacimiento de la paleontología no existían tipologías con las que comparar los hallazgos e identificar a que ser pertenecían los restos. Además, la escasez de estos dificultaban la tarea, por lo que no quedaba otra que echarle imaginación al asunto. Y no se defraudó.
Comentarios
#3 No sé, no sé. El caso de la cabeza de Camarosaurio montada sobre un esqueleto de Apatosaurio, expuesta durante 45 años en el Museo de Historia Natural Carnegie (Pittsburgh) es también bastante espectacular y mucho más sangrante: http://www.carnegiemuseums.org/cmag/bk_issue/1997/novdec/feat5.htm
Un poco sensacionalista el titular del post. Fue el segundo dinosaurio en ser montado y era de esperar que hubiera errores: la paleontología aún no existía. La ciencia se construye sobre los aciertos y los errores de los científicos precedentes.
#1 Alguno tendrá que ser el peor montado de la historia, ¿No? obviamente no hay que quitarles el merito de montarlo.
Demasiado hicieron. Reconstruir un bicho desconocido a partir de 4 huesos no lo hace nadie.
Ese boceto es mítico en la paleontología. Recuerdo cuando me compraron el colecionable de Dinosaurios en el kiosco, venía con un vhs que aún conservo y explicaba esto mismo.
Bueno, en esa época había pocos para montar. Le podría haber pasado a otro si hubieran tenido más.