Publicado hace 5 años por TaxiDriver666 a investigacionyciencia.es

Sentir admiración, estupor y quedarse sin respiración ante un hecho es un arma de doble filo: puede hacernos felices y reforzar nuestro vínculo con los demás, pero también provocarnos miedo e inseguridad. Se trata de una emoción con contrastes.