Publicado hace 1 año por japego a elindependientedegranada.es

Esta es la historia de un intelectual asesinado, Agustín Escribano Escribano, que dejó un legado en el Magisterio, como su mujer, María Luisa Pueo y Costa, (y más tarde, su hija, Mariluz Escribano) que ni el silencio del franquismo pudo borrar, de una familia destrozada para siempre, que sufrió el destierro, las represalias y la incautación de bienes. Ellos también simbolizan el aniquilamiento de la Escuela republicana. En memoria de las y los maestros y profesores asesinados o depurados.