El duelo por el campeonato mundial de ajedrez de 1972 cambió la historia de los tableros para siempre. Bobby Fischer derribó en Reikiavik a Boris Spassky y a su imperio, en lo que Garry Kasparov definió como «el combate de los dioses». Es apasionante seguir el relato del excampeón mundial en 'Mis geniales predecesores'
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Deporte: irrelevante.