¿En dónde se halla el origen de la indiferencia, el desinterés, la desafección hacia el otro en el de la cuasi totalidad de la humanidad occidental hoy?
La soledad del niño no se si es muy valorable en el siguiente sentido. Un niño aún está aprendiendo a distinguir, no sabe lo que es interés y lo que es lo que le conviene. El ser humano es social por naturaleza, no se puede ir en contra de eso sin tener graves consecuencias. A un niño le conviene estar en compañía, aprender a compartir cosas, tiempo dedicado y cariño. Es lo que necesita un niño. De la misma forma que un niño te pedira chuches a diario y no es lo que necesita sino lo que quiere
La mujer que va a la iglesia es otro caso bien distinto. Esta bien que exponga ejemplos tan distintos porque eso permite abordar el problema desde diferentes perspectivas pero buscando un mínimo común. Una mujer que ya ha perdido toda su familia está bien que tenga esas costumbres. Da por hecho que la vida as así, además tiene una vida espiritual que le llena y que le acerca de algún modo a sus seres queridos.
El cura debería dar ejemplo de entereza espiritual pero también es cierto que es humano, y el ser humano se corroe ante la adversidad y la frustración si no está suficientemente preparado. Yo le aconsejaría que, si la gente no va a la iglesia, la iglesia vaya a la gente. Lo que se entiende por iglesia es solo el templo. Pero realmente la iglesia es la congregación y la comunión. Debería coger ese camino. Dios lo está poniendo a prueba. El mejor que nadie debería tener esta visión.
¿En dónde se halla el origen de la indiferencia, el desinterés, la desafección hacia el otro en el de la cuasi totalidad de la humanidad occidental hoy?
En el vacío existencial que subyace en la falta de espiritualidad y comunión con el resto, en la falta de un bien común y en la dependencia de la relatividad que se vive hoy en día. Nada tiene sentido cuando lo piensas desde ese punto de vista filosófico.
Pero, la verdad, es que la vida sí tiene sentido. Hay un logos. Solo hay que descubrirlo, aunque esto no es nada facil.
Comentarios
Una lectura muy agradable, hace una exposición, pone ejemplos y se hace preguntas donde las respuestas las puede poner cada uno de nosotros.
¿A que no hay cojones de meter alexitimia, paramnesia y hodierna en un artículo?
¡¡Sujétame el cubata!!
Es una exposición, como dicen otros, muy hermosa.
Creo que se podrían responder a varias cosas.
La soledad del niño no se si es muy valorable en el siguiente sentido. Un niño aún está aprendiendo a distinguir, no sabe lo que es interés y lo que es lo que le conviene. El ser humano es social por naturaleza, no se puede ir en contra de eso sin tener graves consecuencias. A un niño le conviene estar en compañía, aprender a compartir cosas, tiempo dedicado y cariño. Es lo que necesita un niño. De la misma forma que un niño te pedira chuches a diario y no es lo que necesita sino lo que quiere
La mujer que va a la iglesia es otro caso bien distinto. Esta bien que exponga ejemplos tan distintos porque eso permite abordar el problema desde diferentes perspectivas pero buscando un mínimo común. Una mujer que ya ha perdido toda su familia está bien que tenga esas costumbres. Da por hecho que la vida as así, además tiene una vida espiritual que le llena y que le acerca de algún modo a sus seres queridos.
El cura debería dar ejemplo de entereza espiritual pero también es cierto que es humano, y el ser humano se corroe ante la adversidad y la frustración si no está suficientemente preparado. Yo le aconsejaría que, si la gente no va a la iglesia, la iglesia vaya a la gente. Lo que se entiende por iglesia es solo el templo. Pero realmente la iglesia es la congregación y la comunión. Debería coger ese camino. Dios lo está poniendo a prueba. El mejor que nadie debería tener esta visión.
¿En dónde se halla el origen de la indiferencia, el desinterés, la desafección hacia el otro en el de la cuasi totalidad de la humanidad occidental hoy?
En el vacío existencial que subyace en la falta de espiritualidad y comunión con el resto, en la falta de un bien común y en la dependencia de la relatividad que se vive hoy en día. Nada tiene sentido cuando lo piensas desde ese punto de vista filosófico.
Pero, la verdad, es que la vida sí tiene sentido. Hay un logos. Solo hay que descubrirlo, aunque esto no es nada facil.