Hace 1 año | Por painful a jotdown.es
Publicado hace 1 año por painful a jotdown.es

Sonaba la inconfundible musiquilla y aparecía en la pantalla la silueta del narrador, una simple caricatura de dos trazos —calva y barriga—, a la que pronto se superponía la sombra real de Alfred Hitchcock, como un fantasma orondo, de deslizante papada, que avanzaba detrás de una cortina de papel. Durante años, en mi memoria confundida, esa cortina fue reemplazada por el cristal esmerilado de una puerta.

Comentarios

D

Jo, yo tengo todas las temporadas de "Afred Hitchcock presenta" guardadas como oro en paño. Eso era saber hacer