Hace 6 años | Por Magentuka a principia.io
Publicado hace 6 años por Magentuka a principia.io

«Como si de un diente de león se tratara, las neuronas revolotean con cada ráfaga de viento desprendiéndose del hipocampo y llevándose consigo los recuerdos, que vuelan lejos llegando a lugares nuevos donde descansan, se posan y brotan; porque la memoria no se pierde, los recuerdos permanecen en otros y mientras los sembremos pasarán de generación en generación».