Publicado hace 10 años por ahuizote a noticias.lainformacion.com

El amor por la música, la constancia y la capacidad de superación han convertido a los niños de Panguipulli, un modesto pueblo del sur de Chile, en pequeños virtuosos gracias al empeño de un puñado de voluntarios que les enseñan solfeo, canto y ballet clásico.

Comentarios

ElPerroDeLosCinco

Los niños del campo no son monitos, son niños, y pueden aprender a tocar música como los demás.

Trigonometrico

#1 Interpreto que los niños no son diferentes, son diferentes las circunstancias, que en este caso creo que son favorables para llevar este proyecto a cabo.