Entre los dos y los 10 años, nuestro cerebro es una esponja, una metáfora que se hizo más popular aún gracias a un estudio español publicado en 1997 en Open Edition Journals y liderado por María Luisa García Bermejo. “Cuanto más jóvenes son, más se parecen a las esponjas, cuanto más absorben, más retienen”, señala el análisis.
Eso y que de pequeños todo es nuevo, no tenemos apenas referencias previas y por supuesto, no tenemos la cabeza llena de mierdas (obligaciones, trabajos, relaciones, etc...) como si las tenemos de adultos.
Comentarios
Eso y que de pequeños todo es nuevo, no tenemos apenas referencias previas y por supuesto, no tenemos la cabeza llena de mierdas (obligaciones, trabajos, relaciones, etc...) como si las tenemos de adultos.
Dicen que entre los 4 y los 8 años los niños son como esponjas, pero el mío da pena ya después del cuarto cubata 😏