Hace 2 años | Por blodhemn a elconfidencial.com
Publicado hace 2 años por blodhemn a elconfidencial.com

Desde una almena privilegiada de más de 20 metros de altura, la primera de las tres murallas que protegían desde hacía más de mil años a la capital del Imperio Romano de Oriente, las vistas no podían ser más desoladoras. La Iglesia de Roma no puede ni ver a los 'desviados' ortodoxos de aquella latitud oriental y hace todo lo que está en sus manos para que no tengan asistencia. Solo Aragón desafía al sultán Mehmed II.

Comentarios

themarquesito

El tal Francisco de Toledo mencionado en el artículo a día de hoy está considerado como personaje pseudohistórico. La única fuente donde aparece es la crónica pseudo-Frantzés, redactada en Nápoles bajo el mecenazgo de la familia Toledo.
Este Francisco de Toledo no figura ni en la crónica de Jorge Frantzés, ni en la de Ducas (¿Miguel Ducas?), lo cual es una indicación bastante clara de que no tiene muchos visos de historicidad.
Lo mismo ocurre con Pere Juliá, dicho sea de paso. Quien sí está bien acreditado es Joan de la Vía.

Sawyer76

La realpolitik ha existido siempre. Tan triste como inevitable me temo.