Hace 8 años | Por MeneanteViajero a arkikultura.com
Publicado hace 8 años por MeneanteViajero a arkikultura.com

La ciudad de finales del siglo XIX representaba un entorno atractivo, donde prosperar podía ser una tarea fácilmente exitosa. Esa ciudad estaba rebosante de oportunidades y nuevos negocios. La vida rugía con tanta velocidad que la ciudad no tenía tiempo suficiente para acoger de forma adecuada a todos los que llegaban en busca del dorado. Así que, la ciudad de finales del siglo XIX también representaba un entorno colapsado de espacios difícilmente habitables.

Comentarios

fofito

En mi barrio hay un grupo de estos.
Hoy día están un tanto desfasadas,quizás por falta de inversión.
Pero en su día debieron de ser la bomba.