Tiene capacidad para un máximo de 38-40 personas. Es el resultado de la adaptación de una nave alquilada, diáfana. El proyecto se ha hecho realidad con un coste de poco más de 100.000 euros conseguidos mediante una colecta a través de redes sociales. El alojamiento tiene un funcionamiento autogestionado por los propios residentes, mujeres y hombres que trabajan en los campos onubenses. Con reglamento interno de funcionamiento, se organizan para el sostenimiento, mantenimiento y la limpieza de esta casa común, para la preparación de alimentos.
Comentarios
Todo sea para que los trabajadores del campo sean un poco menos precarios...
No la he puesto en actualidad porque es de hace un año