Pedro, que era hijo del rey Alfonso IV de Portugal y heredero al trono, se casó en segundas nupcias con Constança. En esa época, Inés de Castro era su dama de compañía. Pero D. Pedro I se enamoró, no de su mujer, sino de Inés, su hermosa dama de compañía y aquí empieza la historia...
Comentarios
Abraiante a merda de artigo, nin unha soa mención a que Inés de Castro era unha noble galega.
#2 habrá sido un despiste, ya sabes que eso de manipular la historia es de nacionalistas periféricos, los no-nacionalistas españoles no harían eso
Bella??? Será macabra, triste o terrible, pero no bella.