El asesino de su hermano fue detenido. Los sospechosos de homicidio no esperaban juicio en una comisaría, sino en la cárcel. Y quiso el sistema que el asesino de Michael fuese trasladado a la misma prisión donde Bernard estaba cumpliendo condena. Lo cual le planteaba a Hopkins un problema añadido: «Cuando ese tipo llegase a la cárcel, mi reputación estaría en juego. Mata a mi hermano, viene a mi prisión. Si no hago nada… ¿qué les dice eso a los demás presos sobre mí? Si no lo mato, mi credibilidad es destruida. Soy un hombre marcado. Soy un hom
Comentarios
Me ha encantado el artículo. Muchísimas gracias por el aporte!!