Para darle la bienvenida a la primavera, nada mejor que uno de los retratos-alegorías de este vanguardista del siglo XVI, un surrealista en pleno manierismo... Una cabeza de perfil formada por flores y hojas primaverales, que además de jugar con los géneros (¿bodegón o retrato...?)
Comentarios
Para dar la bienvenida a la primavera, prefiero un par de peras.
La Primavera de Arcimboldo no es lo que parece: está repleta de simbolismo.