Uno de los boticarios de Pompeya, poco antes del desastre, debía ser un hombre sumamente sagaz y dotado para los negocios. Instaló su despacho de medicinas justo al lado de un lupanar, uno de los lugares más famosos y concurridos de Pompeya. Ya saben la zarandaja esa del oficio más antiguo del mundo y demás. Este famoso burdel, que no era el único del lugar, tenía dos pisos y sus paredes estaban decoradas con pinturas eróticas.
Comentarios
También había políticos del PP?
#1 Tanto del PP como del PO. Que tanto a populares como a optimates les gustaba lo de los lupanares