Publicado hace 5 años por lentulo_spinther a lignumenroma.blogspot.com

El tránsito se regía por la misma oposición de día y noche. Durante el día había una intensa animación, un bullicio desenfrenado, un estrépito infernal. Las tabernae se pueblan nada más abrirse y sacan sus puestos a la calle. Los barberos afeitan a sus clientes en mitad de la calzada. Los buhoneros del Trastevere intercambian sus cajas de pajuelas por abalorios

Comentarios

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A día de hoy, el código de circulación en Italia en general y en Roma en particular son unas simples sugerencias, desde luego no de cumplimiento obligatorio.

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Quo Vadis?