Cuatro variedades de uva caídas en el olvido de la región de Champaña, resurgen en esta región del nordeste de Francia dominada por el pinot noir y el chardonnay gracias en parte al calentamiento climático. Se llaman arbane, petit meslier, fromentot y blanc vrai: cuatro variedades ancestrales de uva blanca. Los veranos calurosos y secos benefician a estos antiguos tipos de uva que necesitan un máximo de sol para concentrar sus azúcares. "Desde los años 90, se observa una precocidad de la floración y de las vendimias de unas dos semanas".
Comentarios
Tres hurras por el cambio climático.
#2 ¡viva el vino!
#3 Pero hombre, escríbelo bien: BIBA EL BINO!
#4 ah, perdón
menos mal, por fin alguna buena noticia relacionada con el cambio climático, nos moriremos de calor, pero vino no faltará
#1 yo no tengo la menor intención de morirme...