El autor defiende el cambio de nombres de algunas calles de Madrid y hace una peculiar petición: que la plaza Juan Pujol de Malasaña –que forma parte de las que deberán cambiar– se conserve como está, pero que pase a homenajear también a otro Juan Pujol, el agente doble español conocido como ‘Garbo’, que de mano de los Aliados consiguió hacer creer a Hitler que el desembarco no sería en Normandía sino en Calais. Ambos Juan Pujol tendrían así su plaza. La misma plaza.
Comentarios
Pues que le pongan plaza de Garbo o plaza de Juan Pujol García, aunque la primera opción es más molona.