Las fuerzas del Generalísimo hicieron el ridículo en Barcelona cuando trataban de evitar que Pete Seeger recitara las canciones de las Brigadas Internacionales. Era 1971 por primera vez la Guardia Civil iba a usar tanquetas de agua para disolver una manifestación. El uso de estos vehículos no podía verse sino como símbolo de la modernización técnica del tardofranquismo. El camión-botijo era un instrumento disuasivo limpio y elegante, que disfrazaba la censura de "orden público", y ajustaba las medidas represivas de la dictadura.
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A día de hoy es impensable un concierto así, denuncia al canto
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