Antes incluso de que empiecen a agotarse los yacimientos de combustibles fósiles, habrá que dejar de lado las energías sucias y pasarse a las limpias si queremos evitar traspasar la frontera del calentamiento global identificada por las Naciones Unidas como el límite máximo más allá del cual no será posible evitar los peores impactos del cambio climático
Dado que nadie ha demostrado todavía cuál es la sensibilidad climática al CO2 (el IPCC considera que está entre 1,5 y 4,5 grados por doblamiento, o entre una cosa y el triple de la misma), y que tampoco se sabe, del calentamiento observado, cuánto se debe a la acción humana y cuánto responde a ciclos naturales, el cálculo que hayan hecho no tiene la más mínima validez científica. Será el resultado de aplicar valores concretos a parámetros climáticos de los que ni siquiera estamos cerca de conocer cuál es su verdadero valor. El resultado de sus cálculos podría haber sido radicalmente distinto usando distintos parámetros aún así compatibles con lo conocido y sería igual de (in)creíble.
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Dado que nadie ha demostrado todavía cuál es la sensibilidad climática al CO2 (el IPCC considera que está entre 1,5 y 4,5 grados por doblamiento, o entre una cosa y el triple de la misma), y que tampoco se sabe, del calentamiento observado, cuánto se debe a la acción humana y cuánto responde a ciclos naturales, el cálculo que hayan hecho no tiene la más mínima validez científica. Será el resultado de aplicar valores concretos a parámetros climáticos de los que ni siquiera estamos cerca de conocer cuál es su verdadero valor. El resultado de sus cálculos podría haber sido radicalmente distinto usando distintos parámetros aún así compatibles con lo conocido y sería igual de (in)creíble.