Hace 3 años | Por tiopio a battlefields.org
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La siguiente es una carta escrita por Robert E. Lee a Jefferson Davis explicando la fatiga del ejército, el cansancio de la Confederación y la necesidad de terminar la guerra pacíficamente.

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tiopio

Robert E. Lee a Jefferson Davis

Richmond, Virginia, 20 de abril de 1865

Señor presidente

Las preocupaciones que le expresé durante el invierno, de la condición moral [sic] del Ejército de Virginia del Norte, se han hecho realidad. Las operaciones que ocurrieron mientras las tropas se encontraban en las trincheras frente a Richmond y Petersburg no estuvieron marcadas por la audacia y decisión que antes las caracterizaba. Excepto en casos particulares, eran débiles; y la falta de confianza parecía poseer a oficiales y tropas. Este hecho, creo, fue producido por el estado de ánimo en el país, y las noticias recibidas por los hombres desde sus hogares, instando a su regreso y al abandono del frente. En consecuencia, el movimiento del enemigo el 30 de marzo al Palacio de Justicia de Dinwiddie no fue recibido con tanta fuerza como lo habían sido otros similares. Obtuvo ventajas que desanimaron a las tropas, de modo que en la mañana del 2 de abril, cuando fueron asaltadas nuestras líneas entre el Appomattox y Hatcher's Run, la resistencia no fue eficaz: se penetraron varios puntos y se hicieron grandes capturas. Al comienzo de la retirada del ejército de las líneas en la noche del 2, comenzó a desintegrarse y la descomposición de las líneas aumentó hasta la rendición el 9. En ese día, como se informó anteriormente, solo había siete mil ochocientos noventa y dos (7.892) efectivos de infantería. Durante la noche, cuando se conoció la rendición, entraron más de diez mil hombres, según me informó el Comisario Jefe del Ejército. Durante los días siguientes los que se habían quedado rezagados continuaron entregándose, de modo que el 12 de abril, según las listas de los que había quedado en libertad bajo palabra, se habían rendido veintiséis mil dieciocho (26.018) oficiales y hombres. Los hombres que habían dejado las filas en la marcha y cruzaron el río James, regresaron y se entregaron, y muchos han venido a Richmond desde entonces y se han rendido. He dado estos detalles para que Vuestra Excelencia conozca el estado de ánimo que existía en el ejército y juzgue de ello en el país. Por lo que he visto y aprendido, creo que no se puede organizar ni apoyar a un ejército en Virginia, y hasta donde yo sé el estado de las cosas, el país al este del Mississippi está moral y físicamente incapacitado para mantener la contienda sin ayuda y con ninguna esperanza en la victoria final. Se puede continuar la guerra en forma de guerrillas y prolongarse las hostilidades, causando sufrimiento individual y la devastación del país, pero no veo ninguna posibilidad por ese medio de lograr una independencia secesionista. Incumbe a Vuestra Excelencia decidir, en caso de que esté de acuerdo conmigo esta opinión, sobre lo que conviene hacer. Para evitar un derrame de sangre inútil, recomendaría que se tomen medidas para la suspensión de las hostilidades y el restablecimiento de la paz.

Con mucho respeto, s.s.s
R. E. Lee
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