Hace 3 años | Por Octaviano a elpais.com
Publicado hace 3 años por Octaviano a elpais.com

Nada de los episodios históricos que numerosas generaciones de estudiantes de latín aprendieron de las páginas de Ab urbe condita, de Tito Livio, ni del rico yacimiento arqueológico se cuenta al turista que acude al castillo de Sagunto, ya que no hay ninguna señal, ningún panel, ninguna leyenda, ningún código QR que guíe y relate el pasado milenario de una fortificación, cuya estructura se ha ido modificando a lo largo de los siglos y que no tiene servicios informativos de ningún tipo para los visitantes.