Hace 5 años | Por --574090-- a noiriel.wordpress.com
Publicado hace 5 años por --574090-- a noiriel.wordpress.com

La historia demuestra que una lucha popular nunca es completamente vana, ni siquiera cuando es reprimida. El movimiento de los chalecos amarillos sitúa a los sindicatos y partidos de izquierda frente a sus responsabilidades. ¿Cómo adaptarse a la nueva realidad que constituye la “democracia del público” para procurar que este tipo de conflicto social (que es de prever que se reproducirá frecuentemente) se integre en una lucha más vasta contra las desigualdades y la explotación? Esta es una de las grandes preguntas a la que tendrán que responder.