Hace 1 año | Por jelzimoñac a sport.jotdown.es
Publicado hace 1 año por jelzimoñac a sport.jotdown.es

Así fue como la URSS llegó a Valladolid con un grupo de ciclistas, técnicos y equipamientos algo ajados y de segunda fila, pero con la presión de dejar bien alto el pabellón de la hoz y el martillo. En la presentación ya pudo apreciarse la excepcionalidad de su presencia. Su mismo maillot rojo, totalmente plano, sin más inscripción que el CCCP, contrastaba sobremanera con los coloristas maillots de los equipos comerciales occidentales, acostumbrados a albergar un gran número de patrocinadores. El maremágnum publicitario de aquella Vuelta ochent