Hace 4 meses | Por dragonut a diariovasco.com
Publicado hace 4 meses por dragonut a diariovasco.com

El 10 de enero se cumplen cien años del nacimiento de Eduardo Chillida, el artista donostiarra universal, el hombre discreto que labró una obra que sigue creciendo en proyección dos décadas después de su muerte, en 2002. Parece que ya está todo dicho sobre un personaje irrepetible, pero su figura y su trabajo generan nuevas fascinaciones. Pensó que había fracasado incluso antes de empezar, e imaginó como un principiante casi hasta el final. El centenario ofrece más miradas sobre un genio que siempre huyó del elogio. «Creador solo es Dios».

Comentarios

Un_señor_de_Cuenca

Es interesante recordar que tuvo serias broncas con Oteiza, que le acusaba de haberle plagiado (y con razón, porque muchas de las obras de Oteiza son anteriores a las de Chillida y tienen un parecido más que notable).
Oteiza no tuvo sin embargo tanta repercusión mediática como Chillida. Además este último contaba con un capital importante (él y su mujer venían de familias adineradas) y pudo dedicarse a proyectos más espectaculares y caros, como utilizar fundiciones y talleres de metalurgia industrial para hacer grandes esculturas.

Con todo, me gusta mucho Chillida, especialmente su escultura en piedra.

ehizabai

#5 En cuanto a la repercusión, siempre he pensado que Oteiza no tuvo el reconocimiento merecido por las posturas políticas que tenía, más próximas al independentismo.
En cambio, no hay nada más apetecible para España que un vasco políticamente domado. Así vemos a mediocres alzados a lo más alto, por el mero mérito de ser vascos, de Savater a Rosa Díez, pasando por Jon Juaristi.
No digo que Chillida fuera mediocre, pero siempre sospecharé de que fue impulsado y protegido por ser un artista menos conflictivo que Oteiza.

D

Véase como llenar naturaleza y paisajes de chatarra roñosa, de la mano de concejales paletos y cobrando montañas de dinero público.

R

Para huir del elogio bien grande que hizo el de Gijón

frg

Como todos los escultores que conozco sospecho que Chillida tenía también un ego desmedido. Lo que quería hacer el Tindaya le hace merecedor de mi odio eterno. Posiblemente este odio me impida disfrutar de su obra.

Un_señor_de_Cuenca

#3 Es usted la alegría chispeante, la juerga continua, señor Tristeño.

ehizabai

El que diseñó el logo de "Gestoras Pro Amnistía".

G

Desde mi opinión personal, la obra de Chillida es pura basura hiper simplona que podría ser hecha por un niño tonto con una regla, un lápiz y un compás, pero bueno, Hay gustos para todo. Para mí es el regetton de la escultura.