Si es verdad aquello que decía Max Planck de que “la ciencia avanza funeral a funeral”, la ciencia debe de avanzar cada vez más rápido. Porque en una de las más grandes innovaciones de la ciencia contemporánea es que ya no hay ni que esperar a la muerte. La “vida activa” de los investigadores ha pasado de los 35 años en 1960 a solo 5 en la década de los 2010. Al menos eso es una de las cosas que ha sacado a la luz un análisis de las carreras de centenares de investigadores en astronomía, ecología y robótica.
|
etiquetas: ciencia , investigación , científicos , precariedad laboral