Hace 3 años | Por Quinqui a jotdown.es
Publicado hace 3 años por Quinqui a jotdown.es

La obra procede del interior de un paisaje de J. M. William Turner, de un cielo británico compuesto de colores extraños e inquietudes difusas. En el piano, la celesta y el órgano, John Cale va escoltando el recorrido de una voz que ruega que le iluminen su propio cielo del norte. La primera vez que escuché esta canción no supe expresar bien qué sentía

Comentarios

Waskachu

Qué sería de la palabra serendipia sin Iker Jimenez...