Hace 7 años | Por Delapluma a kzrevista.blogspot.ie
Publicado hace 7 años por Delapluma a kzrevista.blogspot.ie

El Poder, en mayor o menor medida, siempre ha tenido un problema con la moralidad y ha pretendido imponer la suya a toda la población, independientemente de que estuviera de acuerdo o no. En una sociedad tan doblemoralista como la americana, el sheriff y su amante llegan a la conclusión de que una cosa es el delito, y otra muy distinta, el pecado. Y en el último, entran sólo uno mismo y Dios, o su moral; no se ha de meter nadie más. Pero eso, no es lo mismo que parece pensar...

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Y sale cantando la canción de «El guardaespaldas» una Whitney Houston rubia