Hace 3 años | Por ccguy a lasoga.org
Publicado hace 3 años por ccguy a lasoga.org

Rodada en 1957, esta cinta es el perfecto ejemplo, ya no de la difuminación que la censura puede ejercer sobre el mensaje de un guion, sino de su total deformación hasta límites insultantes. Porque, si bien en el comienzo de la historia es posible apreciar el estilo y la agudeza de Berlanga, a medida que pasan los minutos y particularmente desde que entra en escena el personaje de Martino (Richard Basehart), el tono inicial cambia totalmente. Lo que era una crítica mordaz a la idolatría, la explotación turística desenfrenada y el negocio [...]

Comentarios

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Ay, Berlanga, lo que te estás perdiendo.

squanchy

La crítica de Berlanga está clara: la iglesia abusa de los crédulos y los desesperados para sacar beneficios económicos. Que luego tenga que convertirlo en un esperpento cómico y al final de la película recule, se debe a la censura. De nada vale hacer una película si no te van a dejar proyectarla. Y menos aún si te vas a jugar el cuello.