Porque viajar rodeado del vacío asesino del espacio durante un par de siglos es una locura, pero es una locura asumible siempre que entendamos que el contenedor de los viajeros no es una cápsula. Es un lugar que habitarán centenares de colonos, quizá miles. Un lugar donde varias generaciones de seres humanos nacerán y morirán; pero también vivirán. Por eso, el arca interestelar nunca será un vehículo; será una casa, y aún más, una ciudad
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